Una investigación ha identificado grupos de genes que trabajan juntos tanto en los humanos, como en los gusanos y las moscas y que serían imprescindibles para el buen funcionamiento de las células en cualquier organismo del reino animal. Se sabe desde hace ya muchos años que el hombre comparte gran parte de sus genes con otros animales, pero ahora, se han comparado, de una forma mucho mas minuciosa.
Los genomas acumulan cambios y mutaciones a lo largo de la evolución, que son los que han dado lugar a la gran diversidad de especies y que son los responsables de las diferencias que existen entre cada uno de nosotros. Sin embargo, las células animales, sean de la especie que sean, tienen un funcionamiento básico muy parecido. Los mecanismos moleculares responsables del correcto funcionamiento de las células son los mismos en todas las células.
Pero los genes no son la única información que compartimos con otras especies de animales, también compartimos parte del epigenoma, la información química que determina si los genes se expresan o silencian y que se establece durante el desarrollo; Puede ser alterado por nuestros hábitos de vida, exposiciones ambientales y, tal vez, por los de nuestros padres y abuelos. Estos grupos químicos se unen al DNA o a las histonas (proteínas que se unen al DNA) y son heredables. Esto podría explicar, por ejemplo, porque un trauma se puede heredar de padres a hijos: Un trauma es un factor ambiental que estimula la expresión de determinados genes y silencia la de otros, esta alteración en la expresión génica conlleva la unión de grupos químicos al ADN o a histonas, los cuales determinan un patrón de expresión que podría transmitirse junto con el ADN.
Un ejemplo de como ciertos grupos químicos influyen en nuestro organismo es la metilación (adición de un grupo metilo) que constituye un regulador muy importante de la transcripción de los genes y es esencial en el desarrollo embrionario, y en las células somáticas. Los patrones aberrantes (anormales) de metilación del ADN han sido asociados con un gran número de enfermedades del ser humano. La hipermetilación es una de las mayores modificaciones epigenéticas responsable de reprimir la transcripción vía región promotora de los genes supresores de tumores. Una persona que desarrolla este patrón de metilación, no expresará los genes responsables de suprimir tumores y por lo tanto, estará predispuesta a desarrollar tumores.
En un estudio realizado por una red de investigación multiinstitución llamada modENCODE (‘the Model Organism ENCylopedia OfDNA Elements’) se han mapeado y comparado los genomas y epigenomas de los humanos y de dos organismos modelo, la mosca Drosophila melanogaster y el gusano Caenorhabditis elegans y se ha encontrado que, mas de la mitad de los genes asociados a loscánceres humanos y otras enfermedades genéticas se encuentran también, en el genoma de las moscas y gusanos, además estos genes causan problemas similares cuando mutan.
Debido a estas similtudes, tanto en el epigenoma como en el genoma, la mosca Drosophila melanogaster y el gusano Caenorhabditis elegans pueden servir como modelo, en la investigación de enfermedades genéticas. Los organismos modelo ya han sido relevantes en el desarrollo de nuestra comprensión básica de cómo funciona la vida y lo seguirán siendo a medida que se avance en el campo de la epigenética.
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